NOTAS PERIODISTICAS / INTERVIEWS (2012)


Tres Generaciones de lo mejor del Musical




Divas? Es lo que una se pregunta antes de conocer a Ana María Cores, Marisol Otero y Magalí Sánchez Alleno, un tanto intimidada por lo que representan: a tres generaciones de lo mejor de la comedia musical argentina, que se darán cita –por segundo año consecutivo– este viernes en el Teatro Gran Rex, en un concierto que promete ser un regalo para los fanáticos y para quienes se animen a vencer prejuicios. 

Primeras Damas del Musical –tal el nombre elegido para este encuentro organizado y dirigido por un número uno, Ricky Pashkus; y uno de los periodistas que más sabe del género, Pablo Gorlero, que juntos están entre los principales impulsores de estos espectáculos en el país– tendrá su edición 2012 –y promete ir por más– con la incorporación de figuras como Valeria Lynch, Susan Ferrer y Cecilia Milone, que no estuvieron el año pasado; y otras que vuelven y doblan la apuesta: Florencia Peña, Karina K, Florencia y Marisol Otero, Melania Lenoir y Julia Zenko, entre tantas otras. (ver Seleccionado...)
Pero no: los temores eran infundados. Son tres mujeres, sí, coquetas: controlarán cada toma que les hace el fotógrafo, solas o en conjunto. Pero también profesionales: sugieren poses y lugares para las fotos. Más allá de eso, pedirán sentarse lejos del aire acondicionado –"¡En una semana tenemos que cantar, chicas! ¡Que no nos pase nada!", dicen– y después, como si fueran amigas de toda la vida, se prestan a la charla, en la que la cronista se volverá casi invisible cuando empiecen a desgranar recuerdos y a compartir expectativas por lo que vendrá. Se emocionan cuando escuchan los ensayos de otras y se sienten "unidas y confraternizadas" cuando entran para hacer los coros de las canciones de sus compañeras. "En un ambiente donde las fantasías comunes son que las mujeres no podemos trabajar juntas y que lo común es querer destruir al otro, esto que pasa entre nosotras es especial", asegura una de las pioneras del género en Argentina, Ana María Cores. 

–¿Qué sienten ante esta nueva edición de Primeras Damas...? 

Marisol Otero: –Que una oportunidad así nos une mucho como género, y la sensación de que, cuando nos unimos, ¡guau! mirá lo que podemos generar. Esto potencia las habilidades de cada una, compartimos vestuario, recursos y ganas de ver actuar a la otra. 
Magalí Sánchez Alleno: – No hay otra forma para estar todas juntas en el escenario, es difícil encontrar elencos que nos unan, así que esto es genial. 
–¿Estaban esperando esta oportunidad? 
Ana María Cores: –Unir a las distintas mujeres que conforman la comedia musical es maravilloso. Para mí, encontrarme con ellas, que son talentosísimas –porque no me canso de decir cómo todas las chicas ahora estudian canto, teatro, baile, interpretan– y además tienen la suerte de tener escuelas integrales de comedia musical. Cuando yo empecé, estudié en el Conservatorio, pero además tenía que hacer mis clases de baile por un lado, las de canto por otro...
MO: –¡Yo también! Ahora tengo una escuela propia de comedia musical, pero cuando empecé, en mi época, no había nada...
AMC: –¡Imaginate en la mía! (risas). Con Susan (Ferrer), María Rosa (Fugazot), Julia (Zenko) abrimos caminos. Cuando hicimos Jesucristo Superstar (N. de R. en 1975), con Susan –que hacía de María Magdalena–, que fue terrible porque nos quemaron el teatro el día del estreno, teníamos que empezar de cero. 
MO: –¿Vos estuviste en ese momento?
AMC: –Claro, era otro contexto, ahora impensado, por suerte. Vinieron el director original, Charles Gray, y el coreógrafo, Bob LuPone, a poner la obra, y estuvimos dos meses de prueba hasta que nos eligieron. Luego ensayamos y esa mañana del estreno, a la madrugada, un grupo de ultraderecha quemó el teatro. Susan me decía ahora que, para ella, cantar ese tema que finalmente nunca pudo hacer es una gran oportunidad. Y para mí, hacer esto con ella y con estas chicas maravillosas es un placer doble. 


PARA TODAS. La noche del viernes sonarán canciones de los musicales más reconocidos, con las interpretaciones de quienes los han protagonizado en diferentes momentos en nuestro país; además de selecciones de varios temas arreglados especialmente por Gaby Goldman y sus músicos para que se luzcan juntas, en dúos o tríos: "Ahora se llama medley, en mi época se llamaba popurrí", lanza, graciosa, una Cores de melena corta y platinada: se prepara para protagonizar, en 2013, un espectáculo con idea original suya, llamado La novia de Gardel, dirigida por Valeria Ambrosio. "Serán tangos y canciones de la época de gloria de la canción, y sucede el día que muere Carlos Gardel. Estoy feliz y motivada de poder hacerlo. Me está resultando muy placentero esto de poder buscar, gestar y llevar adelante proyectos propios. Hay que empezar a hacer cosas más chicas", dice. 

Marisol Otero –hermana mayor de Florencia, que se prepara para protagonizar Tango Feroz, una de las apuestas fuertes del género para la temporada que viene– asiente mientras Cores cuenta lo suyo. Sabe de lo que habla: tuvo un 2012 cargado de éxito –fue la estrella de Mamma Mia en el Teatro Ópera– pero ahora también decidió bajarse de estos grandes tanques –las grandes marquesinas también tendrán a Florencia Peña protagonizando Anything Goes– y generar su proyecto propio. 
"Si no, una se adapta a lo que ofrecen, y a veces a una no le interesa ni siquiera audicionar. Tiene que ver con lo que se tenga ganas de contar en ese momento. El musical está visto, todavía, como algo liviano, superfluo. Pero se pueden contar cosas profundas, dramas, dolores, a través de ese prisma", asegura. Para el año que viene, está buscando sala para contar una historia de búsqueda de la identidad que la tiene entusiasmada, y a la que, asegura, apostará todo lo que tiene. 
Para la musicoterapeuta, actriz y cantante Magalí Sánchez Alleno, el musical llegó a su vida "como una casualidad. Mi carrera se fue abriendo hacia lugares increíbles", dice. Fue conductora de la señal Paka Paka y protagonizó la segunda vez en Buenos Aires de La Bella y la Bestia, que casualmente había hecho Marisol Otero en su puesta original. "Este año trabajé en un unipersonal de texto solamente, y todos mis proyectos que vienen son en teatro y en cine. Empecé cantando, y toda la vida creí que sólo sería cantante, toco el chelo y pensé que estaría en un foso, hasta que me di cuenta que lo mío está arriba del escenario", ríe. 


–¿Se puede hacer una carrera exclusivamente en comedia musical?

AMC: –Aunque hice otras cosas en mi carrera, después de hacer 36 musicales, no me equivoco si digo que creo que sí. Tenemos ejemplos increíbles, como el de Elena (Roger, que este año no participará por estar haciendo Evita en Broadway), pero también muchísimo talento aquí, que vale la pena ver.
Y si lo dice ella...   « 


Las mujeres al poder!
–¿Se imaginan un Primeras Damas pero de hombres? 
MO: –Sí, totalmente. Incluso ya se ha hablado...
AMC: –Cuando querés armar un musical, mujeres te sobran: son todas talentosas. Pero los varones, aunque son muy buenos, se duda más. 
MO: –El éxito de Elena (Roger) ha ayudado a que las mujeres hayan cobrado más notoriedad. Esto igual tiene que ver con el crecimiento del género, corrernos del lado del machismo y poder una armar sus propios proyectos. Hablábamos con Cecilia Milone y Natalia Cociuffo de cómo cada una está armando cosas propias, son todas mujeres fuertes, que no se rinden ante un no. Eso es lo que hace quizá que las mujeres nos destaquemos más desde lo musical...
"Todavía hay algo de prejuicio, dice Cores. 'No, cómo voy a bailar.' Eso ya no pasa en los bailarines de tango, porque ahí hay una pátina de más machazos". "Claro, así es la historia de Billy Elliot...", agrega Otero. "Por ahí, llegó más como género de entretenimiento liso y llano, y fue creciendo en profundidad", dice Sánchez Alleno.
Para Cores, "a lo largo de la historia del género, obras como Jesucristo... o Hair abrieron paso a temas más controvertidos. Luego se volvió a algo más liviano". 
Ante la pregunta de si ven posible que se haga Evita (la versión original de Andrew Lloyd-Weber las tres coinciden en que "va a ser difícil, aunque sería genial". "En realidad, lo que hace falta es abrir un poco la cabeza a que las licencias poéticas que se tome cada autor tienen que ver con el arte", dice Otero. Sánchez Alleno argumenta: "Será que es muy caro..." y la rubia de Mamma Mia retruca "No, es un tema que toca otras sensibilidades. En este gran momento de libertad de expresión en el que vivimos, cada uno puede elegir qué consumir, qué ver. Y si uno lo puede elegir en la televisión, cuanto más en el teatro, ¡si hay que ir y pagar una entrada!" Cores recuerda otras épocas más complejas: "Cuando hicimos Doña Flor y sus dos maridos con Adrián Ghío, nos cerraron el teatro y nos pusieron denuncias por inmoralidad. Así que ¡hemos conquistado un largo camino!".

 Un seleccionado de lujo!
Como sucedió con la edición del año pasado (foto) la apuesta se repite el viernes. Con orquesta en vivo, idea original y dirección general de Ricky Pashkus y Pablo Gorlero, dirección musical de Gaby Goldman, conducción de Laura Oliva y Mariano Chiesa –dos jóvenes pero ya clásicos talentos de la escena local– y la participación del Coro de la Comedia Musical Argentina, el repertorio seleccionado por los directores será interpretado por Valeria Lynch, Florencia Peña, Karina K, Marisol Otero, Cecilia Milone, Julia Zenko, María Rosa Fugazot, Susan Ferrer, Melania Lenoir, Natalia Cociuffo, Florencia Otero, Magalí Sánchez Alleno, Alejandra Perlusky, Ana María Cores, Ivanna Rossi, Laura Manzini y Déborah Turza. Todas verdaderas primeras damas de lo suyo, de todas las edades y trayectorias.

Una idea original
“Primeras Damas del Musical es una idea original de Pablo Gorlero y mía, que también dirigimos. Cuando digo original, digo que es parte del   movimiento que juntos hemos emprendido para promover el teatro musical”, dice su co-director y creador, Ricky Pashkus. 
–¿Y por qué apareció esta idea? “Como todo lo que prende, es cuestión de ver en el mercado lo que falta y aparecerá lo necesario. El musical en Argentina estaba plagado de clichés como 'el público no disfruta de nuestras comedias musicales' o 'no tenemos talentos iguales a los del exterior'. Basta decir que en la primera versión cantó Elena Roger, que ahora protagoniza Evita en Broadway,  y respecto a lo que gusta del género, alcanza con decir que de los espectáculos en pre-producción para 2013, la mayoría son musicales. 
Primeras Damas... prendió, a mi juicio, porque era necesario desarmar esos estereotipos y reunirnos a celebrar esta pasión, gozar de algo inusual en escena, como la orquesta que dirige Gaby Goldman –con 20 músicos,  40 coreutas, bailarines y las mujeres–maravillas que van desde Valeria Lynch hasta Florencia Otero. 
El musical gusta, pero era necesario darle entidad colectiva; cuerpo, además de alma. Y necesitaba de proyectos que lo promuevan, no por falta de gusto, sino porque por ese gusto se sigue haciendo, aunque aún no dé ganancias, ya que es un género caro.”



Las Primeras Damas del Musical van por más!

Martes 11 de diciembre de 2012 | Publicado en edición impresa

Por Silvina Ajmat  | LA NACION
Vuelven al Gran Rex las mejores del género con un recital multitudinario

Chasquidos a buen ritmo marcan el compás en medio de un barullo de voces entusiastas. La melodía del piano se confunde con las vocalizaciones de alguna de las 17 mujeres que se abanican, cantan y conversan. Tres perros deambulan en busca de mimos entre las barras y espejos del estudio de danza donde sucede la acción. Cuando Gaby Goldman comienza a ejecutar los primeros acordes, las bromas se disipan. Hay que ensayar. Todo tiene que estar a punto para la segunda edición de Primeras damas del musical.
Se trata del espectáculo creado por Ricky Pashkus y Pablo Gorlero que se presentará el viernes, a las 21, en el Gran Rex con las actuaciones de Valeria Lynch, Florencia Peña, Cecilia Milone, Julia Zenko, María Rosa Fugazot, Karina K, Ana María Cores, Marisol y Florencia Otero, Susan Ferrer, Melania Lenoir, Natalia Cociuffo, Magalí Sánchez Alleno, Alejandra Perlusky, Ivanna Rossi, Laura Manzini y Déborah Turza.
Primeras damas. es una idea que germinó en dos cabezas que ya demostraron que piensan mejor que una cuando crearon los Premios Hugo al teatro musical, y que se imponen como un sello de confianza para los artistas del rubro: la dupla Gorlero-Pashkus. "Podría llamarse Las damas valientes. Algo de lo social hizo que la mujer vaya más lejos en el salto artístico que el hombre, que se anime a más. Por eso este espectáculo", explica Ricky, que, junto con Gorlero, se encarga de la dirección general de este "recital con gustito a musical".
Los miserables, Gypsy, Hello, Dolly!, Cabaret son sólo algunos de los históricos musicales que prestan su repertorio para este show, pero también se escucharán partituras de nuestros grandes artistas, como Carlos Gianni, Alberto Favero y el propio Gaby Goldman, quien, como director musical, buscó "argentinizar el espectáculo".
En esta ocasión, el show está asociado a una iniciativa solidaria: hace una semana, las "primeras damas" cantaron en homenaje a las 231 mujeres que fallecieron víctimas de la violencia de género en 2012, como parte de una acción de Juan Carr y la fundación Red Solidaria. "Con Juan la sinergia fue inmediata. Coincidimos en hacer un rebote sonoro con las voces de estas mujeres para concientizar. El artista hoy es la voz más creíble. Todas las Primeras damas son difusoras de este mensaje", comenta Pashkus. Inmediatamente, Marisol Otero, que este año fue la protagonista de Mamma Mía! se hace cargo de su misión: "No estamos tan informados. En ese sentido creo que lo artístico nos une universalmente, nos hermana, y el resultado va a ser muy poderoso".

17 MUJERES EN ESCENA

"¡La Cores está divina, mirala!", exclama Natalia Cociuffo mientras con su celular le saca una foto a la intérprete que ensaya con un vestido supersensual, de flores multicolores. "Yo todavía no puedo creer que estoy acá, cantando con Julia Zenko", repite muy efusiva Marisol, ante la carcajada incrédula de su compañera, que acepta el halago con humildad. La admiración entre las 17 actrices-cantantes que componen este elenco es mutua y la algarabía ante el estreno se respira en los ensayos. "Es un mito urbano que las mujeres nos llevamos mal. Si hay un aquelarre, es un aquelarre de energía. Nos disfrutamos mucho escuchándonos", cuenta Laura Manzini, que "debuta" en el espectáculo al igual que Milone, Fugazot, Perlusky, Turza y Ferrer.
Cuando ensayan juntas, el abanico de generaciones se abre en su totalidad y las voces se complementan en un coro de antología. Sonríen satisfechas. Se saben capaces de conmover a todo el Gran Rex con sus voces. "Este show es el ejemplo de que trabajar entre mujeres puede ser la gloria. No es como en la televisión. Hubo un buen compañerismo", asegura Zenko.
Una pausa en el ensayo es el inmediato puntapié para el alboroto. Mientras Melania Lenoir ayuda a Florencia Otero a descontracturarse, Cecilia Milone muestra a las demás las gracias que hace su perra ("¡Puede cantar!", se sorprenden las que asisten a los aullidos de la "primera dama" canina), Marisol y Julia intercambian ideas de vestuario, Alejandra Perlusky repasa la letra de su canción, y de súbito, todas hacen silencio para escucharla y aplaudirla.
Los anfitriones de la gala, Laura Oliva y Mariano Chiesa, organizan sus acotaciones en un rincón, y en el otro, Ricky y su actriz fetiche, Karina K, observan embelesados la escena grupal. "Todo lo que voy a hacer acá me representa", sentencia la protagonista de Sweeny Todd, Cabaret y otros tantos éxitos del musical vernáculo. "Por un lado, cantar en conjunto y estar al servicio de mis compañeras es muy placentero. Por otro, las canciones que me toca interpretar tienen mucho que ver conmigo", dice, y la interrumpe Pashkus para decir lo que ella nunca se atrevería: "Porque son canciones que, si no las interpreta una cantante actriz, se desvanecen". Con una humildad casi impropia para una artista de su talla, Karina asiente, y anticipa conmovida que cantará "Mein Herr", un tema de Cabaret en el que una visceral Sally Bowles se rebela contra su estado de sometimiento. "Se rebela contra la violencia de género. Y esa idea me carga mucho emocionalmente. Estamos aunando voces para lograr la toma de conciencia sobre algo que hay que cambiar y no es sólo un mensaje para los hombres, sino también para las mujeres de que hay que discernir, decidir con quién estar y no permitir el abuso."

Revista Divague: Mini Repo a MARISOL OTERO



DIVAGUE Nro.2 / Octubre 2012

NICOLAS, MARISOL y FLORENCIA OTERO

"La música está en nuestra sangre"
 Revista Pronto Nº 843 26-09-12 
Marisol estrenó una obra de teatro y dirige su propia escuela musical. Florencia graba una miniserie y toca con su banda. Y Nico acaba de sacar su primer disco. El resto de sus hermanos -son ocho en total- se dedicaron a otras cosas. Pero todos tocan distintos instrumentos.

Primero fue Marisol quien irrumpió en el medio artístico y comenzó a hacer una prolífica carrera, que la llevó, entre tantos otros trabajos, a lucirse en Broadway en el reconocido musical de Disney La Bella y la Bestia. Luego le siguió Florencia (23), quien debutó como actriz cuando era una niña y al día de hoy no paró de destacarse en obras multipremiadas, como Rent, Casi Normales y Despertar de Primavera, por citar algunas. Hoy, las artistas presentan con orgullo a su hermano músico, Nicolás Otero (30), quien acaba de sacar su primer disco con la banda Apolo Rock. "El grupo tiene varios años ya, pero desde 2008 estamos con la formación actual: Charly Canalis en bajo, Germán Castillo en guitarra, Javo Filardo en batería y yo, Nicolás Otero Ramos en voz. Hacemos hard rock y estamos felices con nuestro disco debut, Identidad", se entusiasma el músico.
- Por qué optaron por lanzarlo de manera independiente?
Antes hicimos varios demos, y éste es nuestro primer disco de estudio. Decidimos grabarlo cuando tuvimos una cantidad linda de temas bien elegidos, pero no estamos con ninguna discográfica. Nos lanzamos así proque lo hicimos como quisimos, sin un productor diciendo qué poner o sacar para vender más. El mundo del rock tiene esta cosa mística del under y la independencia que nos encanta. La contra es que la remamos 20 veces más. De hecho, el CD no está en las disquerías, sino que se vende en roquerías de San Justo y un par de locales más. Somos de La Matanza, y la gente que nos sigue es de allá.
- Ustedes siguen la banda, chicas?
Marisol: Lo admiramos, nos encanta lo que hace. Cuando podemos, lo vamos a escuchar tocar y nos da mucho orgullo. Somos ocho hermanos, y de a poquito cada uno se va desarrollando en lo suyo. Nico, por ejemplo, además de ser profesor de Historia y Geografía, siguió con su banda y hoy está sacando su disco, con un esfuerzo tremendo, que nosotras vivimos a su lado.
No es incompatible ser profe y rockero?
Nicolás: No, no te creas. Soy profe de Historia y Geografía, y actualmente doy clases en La Matanza, en varios colegios secundarios y en terciario, en el profesorado. La docencia es una gran pasión. No veo tan incompatibles mis dos trabajos, porque las letras de Apolo Rock tienen contenido social, y saber de historia o geografía suma mucho. De hecho, mi gran referente es León Gieco. Con disco en mano, tocamos una sola vez, y fue buenísimo. Sabemos que tenemos un buen producto para dar, y estamos chochos.
Florencia: Todos en nuestra familia la peleamos mucho. Venimos del mismo lugar, de un barrio común de San Justo, y cada cual tuvo que remarla como pudo para seguir sus sueños. Nosotros tres hacemos música, pero al resto de nuestros hermanos también les gustaría dedicarse a esto.
- Ellos qué hacen?
Marisol: Todos tienen sus ocupaciones, pero siguen ligados a la música. Mariela, la mayor, tocaba la guitarra y cantaba a dúo conmigo cuando éramos chicas, y hoy es maestra jardinera. Santiago es director musical, concertista de piano y arreglador orquestal; Analía toca el saxo y el clarinete; Juan actúa, es luthier, armó su propio violín, toca la armónica y la trompeta, y da clases a los niños en mi escuela. Emanuel toca la guitarra y la batería, y es el alma de las fiestas, el más histriónico de todos.
Nicolás: Además de cantar, yo también toco la guitarra y el charango, y hace un mes empecé a tocar el piano en una academia.
Son todos artistas, y su papá no quería que se dedicaran a eso.
Florencia: Eso le tocó sufrirlos más a Marisol; nosotros entramos en un terreno más alisado. Papá quería que fuéramos médicos o abogados, porque creía que de esa manera íbamos a tener más estabilidad económica. Igual, ninguna profesión te garantiza nada. 
Marisol: Encima papá era super religioso, yo lo acompañaba a misionar; y él quería que fuera monja. A los 14 años, yo cantaba en la iglesia y laburaba en una fábrica de plantillas del barrio, pero empecé a estudiar canto a escondidas. Me escapaba de casa, con el permiso de mamá, y me iba a estudiar canto. Cuando papá me vio en la muestra de fin de año, entendió que era mi verdadera vocación. Después de eso, el resto de los chicos empezó a tomar clases de distintos instrumentos.
- Y vos, Nico, qué opinás de las carreras de ellas?
Soy un baboso total, las veo en todos los preestrenos, y en algunas obras fui varias veces a verlas. A La Bella y la Bestia la vi trece veces, por ejemplo, y a Rent, siete. Con Flor, que es la más chiquita de todos, siempre fui muy cuida. Como empezó en tele de chica, la llevaba a todos lados y me hacía pasar por su novio, así no se le acercaba nadie.
Florencia: Lo peor es que físicamente somos iguales! A mí no me molestaba porque era mi única posibilidad para salir; si no era con Nico, no me dejaban. Con su primera novia de la adolescencia, me llevaban en colectivo a Venite con Georgina, donde yo bailaba con un grupo de nenes.
- Se los nota muy unidos
Nicolás: Los ocho hermanos nos llevamos genial. Con algunos no nos vemos tanto como quisiéramos por el laburo, pero cuando nos encontramos es como si el tiempo no hubiera pasado. Más que hermanos, somos amigos: tocamos la guitarra, jugamos al póker, cantamos, bailamos, nos divertimos.
Marisol: De chicos, nos matábamos! Jugábamos a hacer comedias musicales, venían nuestros tíos a casa para Navidad, y nosotros les mostrábamos nuestras obras. Hacíamos Romeo y Julieta en versión cómica, y el texto lo improvisábamos. Era un Todo x 2 pesos, hecho por nenitos. Después, pasábamos la gorra y decíamos: "Gracias, muchas gracias por su colaboración", y nos íbamos a comprar un juguete!
Florencia: Yo era la más chiquita y la mimada. Cuando nací, eran todos casi adolescentes, así que me tocó jugar con mis sobrinitos.
- Proyectos?
Nicolás: Repartir el disco en todos lados y salir a tocar. Tenemos fecha en Luján el 22 de septiembre, y el 12 de octubre en Lomas del Mirador. En verano queremos hacer una recorrida por Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y la costa.
Florencia: Acabo de terminar con Embarazados, y ahora estoy grabando una miniserie, que se llama Jorge, con Malena Pichot, financiada por el INCAA. Sigo con Germán (Tripel) con nuestra banda, y ahora sale le peli El Grito en la Sangre, basada en El Sapucay, un libro que escribió Horacio Guarany.
Marisol: Terminé con Mamma Mia, y estrené Código de Silencio, en el teatro El Cubo, un thriller de terror con Martín Repetto. Estoy armando otro proyecto, con las canciones de las pelis de Almodóvar, para estrenar el año próximo. También tengo mi escuela de comedia musical, Espacio Garrick. Estamos los tres con muchas ganas de hacer.

Entrevista: Nicolás Peralta - Fotos: Pablo González



Marisol Otero, sin red

Por Vanina Pikholc - Especial para Buena Vida

La protagonista del exitoso musical Mamma Mia, en cartelera hasta el domingo 2 de septiembre, habla sobre sus gustos, preferencias y temores. Es conejo en el horóscopo chino.
Dos compulsiones: tomar agua y responder e-mails. / Foto: Diego Fernandez Otero.
31/08/12 - 15:47
Marisol Otero tiene 36 años. Está casada, aún no tiene hijos. Es profesora de canto, actriz y bailarina.
Becada por la Fundación Bernardo Houssay, realizó sus estudios en el Conservatorio Nacional Ward y se recibió de Profesora de Canto. También estudió técnica vocal e interpretación (con Mirta Arrua Lichi, Oscar Ruiz y Rodolfo Vals), teatro y dramaturgia (con Luis Romero, Héctor Presa, Gogo Castaneda y Alicia Zanka), manejo de Títeres y Popets, actividades Circenses (vuelo en telas, Arnés, etc), baile y estiramiento.
Fue protagonista del musical La Bella y la Bestia a los 21 años y, desde entonces, le puso el cuerpo a decenas de personajes de teatro y televisión. Participó en Grease, Peter Pan, El Violinista sobre el tejado y El Mago de Oz, entre otras obras. Grabó su disco Un mundo mejor junto a Cachorro López y actualmente encarna a Donna, el personaje principal de Mamma Mia, con la dirección de Robert McQueen.
Además, tiene su propia escuela de comedia musical donde forma a chicos y adolescentes.  
- ¿Qué gusto de helado pedís siempre?
- Sabayón, chocolate con almendras y banana split. Bien livianito, bien light, ¡jaja!
- ¿Creés en el horóscopo?
- Me copa mucho Ludovica, siempre compro sus libros y siempre me acierta, aunque odia los conejos y yo soy conejo.
- ¿Qué miedo extraño tenés?
- No sé nadar y suelo tener miedito a las profundidades.

- ¿Un famoso que hubieras querido conocer?  
- A María Teresa de Calcuta y a Ella Fitzgerald.

- ¿A quién espiarías si fueras invisible?
- A algunos políticos.

- ¿Cuál fue la mejor noticia que recibiste en tu vida?
- Si Dios quiere, esa noticia está por venir.

- ¿Qué hacés compulsivamente?
- Tomar agua y responder e-mails en la computadora.

- ¿Qué hábitos de la gente te irritan?
- La mentira, la injusticia y la gente que invade a los demás.

- ¿Qué película viste millones de veces sin cansarte?
- Corazón valiente.

- ¿Qué superpoder te gustaría tener?
- El poder de volar.

- ¿Qué es para vos una buena persona?
- Una persona auténtica que respeta a los demás y si, además, hace algo bueno por el otro, mejor.


MARISOL OTERO. CAMINO A LA CIMA.
Revista Mujer Country - Nro. 233, Julio 2012


La protagonista de "Mamma Mia" nos habla de la dura tarea de llegar alto.
Es la estrella de Mamma Mia!”, la comedia musical que, desde su estreno, a principios de 2012, lleva la delantera en la cartelera teatral. La historia de una chica que logró desarrollar su vocación con creces a pesar de los escollos.
“Les rogamos apagar sus celulares y les recordamos que está absolutamente prohibido tomar imágenes y audio del show. Muchas gracias. Bienvenidos y que disfruten de Mamma Mia!”, anuncia una voz ampulosa que resuena desde las butacas rojas del teatro Opera Citi, y hace reaccionar a quien, en menos de dos horas, subirá a las tablas para ponerse en la piel de Donna, la protagonista del suceso teatral que lidera la cartelera porteña. “Tienen algo más que chequear o prefieren que nos vayamos?”, pregunta ella girando hacia el sonidista, y ante la negativa, la charla continúa. Estamos con Marisol Otero, actriz, cantante y bailarina, una chica de 36 años nacida y criada en San Justo, que a fuerza de empeño y convicción, logró sus sueños. Solo por nombrar algunos de sus roles emblemáticos, fue Bella y la Señora Potts en “La Bella y La Bestia”, de Disney, Hodel en “El violinista en el tejado”, Wendy en “Peter Pan”, Dorita en “El mago de Oz”; es dueña de su propia escuela de Comedia Musical en el barrio de Caballito (con proyecto de abrir una nueva en zona norte este año); atesora un disco propio “Un mundo mejor” y acumula algunas participaciones en televisión. En “Tiempo final”, “Chiquititas” y “Sos mi vida”. Un medio al que disfrutaría volver, confiesa, pero no tanto como debutar en cine. “Tendría que empezar a anotarme en casting”, piensa en voz alta y enseguida detalla sus futuros proyectos de creación propia. En agosto estrena en el teatro El Cubo, el thriller de su autoría “Código de Silencio”, y además piensa sorprender con un unipersonal, del que aún prefiere contar poco. Solo dirá que va a ser una puesta muy “almodovariana, comprometida” y en un registro bastante distinto al que estamos acostumbrados a verla. La creatividad es algo que le es innato y lo pone en práctica siempre. 
- Gestionar tus propios trabajos es una manera de evitar que te encasillen…
Si, porque a veces, en esta profesión, corrés el riesgo de que te convoquen siempre para los mismos papeles.
- En “Mamma Mia”, hacés de una mujer bastante mayor que vos, temés que a partir de ahora te den papeles del mismo tenor?
No, para nada… al contrario hacer personajes más maduros, me permitió componer desde otro escalón. Esta, por ejemplo, es una obra super exigida vocalmente, con 17 canciones de ABBA y doble función los sábados. Soy actriz y para mi el cuerpo es un elemento para transmitir la historia que vas a contar. Si tenés que dar más fea, más vieja o más gorda, tenés que hacerlo.
Así, ahora, se trasmuta para encarnar a una mujer aguerrida, que se reencuentra con los hombres de su vida en el casamiento de su dulce hija Sophie, en Grecia. Donna Sheridan, su personaje, adoptado en el cine por Meryl Streep, recorre el escenario enfundada en un holgado jardinero de jeans y un taladro en la mano, “es una mujer que estuvo veinte años sola, sin ningún hombre a la vista, y con una inclinación más masculina que femenina, incluso desde lo corporal”. Un sentir femenino con el que encuentra puntos de contacto a pesar de que ella está felizmente casada, hace un año y medio con el productor de teatro, Ricardo Zabala. “Al igual que a mi personaje, a mi me tocó pelear todo. Siempre me costó luchar para conseguir las cosas que quería y me encanta que así sea. Porque el triunfo tiene otro sabor. La satisfacción siempre es mayor cuando la peleás que cuando conseguís algo fácil. Es la ley de la vida”, reflexiona y levanta la vista hacia el escenario, donde la escenografía empieza a tomar forma. En ese mismo lugar, doce años atrás, a fines de los ’90, estrenaba “La Bella y La Bestia”, un evento que recuerda a la hora de explicar las contradicciones de la vida. El ying y el yang. “Ese día, uno de los más felices de mi vida, mi papá estaba siendo operado de un tumor (falleció dos años después, en el 2001). Yo me enteré al final, recién cuando bajé a saludar, porque no quisieron decirme nada para evitarme las angustias. Pero hay que sobreponerse y seguir. Esto tiene mi personaje también, que todo el tiempo se repone y sigue adelante”.


LA SUERTE EN SUS MANOS
Otero creció en San Justo (La Matanza) en el seno de una familia numerosa, “humilde y muy conservadora”. Pero en la escuela primaria supo que lo suyo era cantar y bailar, y que iba a lograrlo. “Me daba cuenta que en los actos escolares, cantaba pero también interpretaba”, recuerda. Cuando terminó el secundario, consiguió una beca y se recibió de profesora de canto, en el “Conservatorio Nacional Ward”. “De hecho, el sueño de montar una escuela propia tiene que ver con mi historia. Como siempre estuve becada y mucha gente me ayudó, siempre tuve el deseo de poder devolver algo de todo eso”, relata y vuelve otra vez a sus principios.
- Rompiste claramente el molde familiar…
Si y fue difícil. Mis papás querían que estudiara abogacía o que fuera monja. Para ellos, ser actriz estaba asociado a algo pecaminoso. Pero a mi el arte me ayudó a canalizar y transformar muchas cosas complicadas que me pasaron de chica, en otras más positivas.
- Por otro lado, hay un resurgir de la comedia musical en Argentina. La calle Corrientes es un muestreo permanente de este tipo de obras…
¿Viste qué lindo?!... me parece que hay un redescubrimiento del género. Y a pesar de que no somos Broadway o Londres, tenemos muchísimos talentos. Lo que pasa es que ellos vienen haciéndolo hace años, tienen escuela. Nosotros recién ahora estamos especializándonos. Pensá que yo tuve que estudiar canto, actuación y danza, por separado.
- Y el público las recibe muy bien. Desde que estrenaron, en marzo, la sala se llena…
Me parece que son varias las razones por las que la obra se volvió irresistible para la gente. El público se va feliz, después de ver una comedia romántica, con la que es fácil sentirse cercano. Convoca también la música de ABBA, que cuando la empezás a estudiar, te das cuenta de que nada de lo que hacían era simple.
- Qué desafío hacer un papel que ya encarnó Meryl Streep
Si, y además yo la admiro muchísimo. Pero de todas formas, traté de crear otra cosa. Y a diferencia de la película, la versión teatral encara la historia desde un lugar menos liviano. Yo vi la película en el cine cuando estrenó (en 2008), con cierta nostalgia. Porque un tiempo antes, había quedado seleccionada en España, para hacer de Sophie. Pero cuando viajé me enteré de que habían contratado a una Donna morena, con motas, así que me tuve que volver a mi casa, con las valijas semi armadas.
- Y ahora, finalmente, la estás viviendo en carne propia…
Así es esta profesión, a veces, tener que estar en el momento justo. Hasta que llega la oportunidad, tenés que seguir siempre intentando. Elenita (por Elena Roger, que en este momento está en Nueva York protagonizando “Evita”), compartía conmigo elenco en “La Bella y La Bestia”, hacía de cucharita. Después, en el “Violinista sobre el tejado”, hacía segundo reemplazo mío y, de golpe tuvo la suerte de audicionar para Weber, el director inglés, que la hizo conocida internacionalmente. Pero ella ya tenía el talento, yo la conozco desde siempre y es una genia. Pero hasta que no te sucede “eso”, no podés mostrarlo.
Otero, sin duda, está transitando su oportunidad.

EN PRIMERA PERSONA
¿Una canción de “Mamma Mia” que me encanta cantar especialmente?: “Se me escapa el tiempo” y “Va todo al ganador”. Son las más difíciles de cantar pero son las más lindas.
¿Una película que no se puede dejar de ver?: “El perfume”, la alemana dirigida por Tom Tykwer.
¿Un musical que me gustaría protagonizar?: no sé si es exactamente un musical, pero me encantaría hacer “Yentl”, que en su momento hizo Barbra Streissand.
¿Una actriz?: Glenn Close, Meryl Streep y China Zorrilla
¿Una cantante?: Barbra Streissand, Whitney Houston y Mercedes Sosa.


Textos: Martina Prieto.
Fotos: Diego García.
Peinó y maquilló: Guillermina Fernández.
Agradecemos a Mary & Joe. Alejandra Robotti.
http://mujercountry.biz/revista.html

MARISOL OTERO - LA ESTRELLA DE MAMMA MIA!
Revista Mia - Nota de Tapa - 24-05-2012 - Por Fernanda Bustos - Fotos Marcelo Dubini

Es una de las artistas más importantes del país, con una voz y un talento únicos, pero lo que más llama la atención es su sencillez y humildad.
Asombra ver el curriculum de Marisol Otero, pero ella parece no darse por aludida. A los 35 años, está al frente de la Escuela de Comedia Musical Marisol Otero y, como si fuera poco, es la protagonista del musical Mamma Mia, que curiosamente le ha dado una mayor notoriedad por ser algo bastante masivo. Encarna a una madre soltera muy aguerrida.
Cuando tenía 19 años fue elegida para protagonizar La Bella y la Bestia, en el papel de Bella, cuando solo se había presentado para un papel secundario. Y de ahí en más no paró más. Curiosamente, en 2010 se volvió a realizar ese maravilloso musical y quedó seleccionada como la Sra. Potts, el ama de llaves de la Bella. 
Trabajó en El violinista en el tejado, El Mago de Oz, Grease, entre otras. En televisión, participó en el unitario Tiempo Final, con Lito Cruz. Grabó un disco con Cachorro López y hasta quedó seleccionada para cantar frente al Papa Benedicto XVI.
Arriba del escenario se lleva la admiración del público, abajo, es una chica normal con una simplicidad que asombra.
¿Qué te identifica con Donna, tu personaje en Mamma Mia?
- Pese a las vicisitudes, la protagonista sigue adelante. Al igual que ella, me considero una mujer aguerrida y luchadora, que tuvo que salir adelante pese a distintas cosas y tragedias vividas, sin amedrentarse frente a un no.
¿La música de ABBA, banda de sonido de esta comedia, forma parte de la historia de tu vida?
- Si, cuando yo era chiquita, mi mamá me ponía en casa los temas de Mamma Mia y yo bailaba. Después, de grande, viví un año en Estados Unidos y estudiaba mucho, por lo que me ponía los temas de ABBA para entrenar, porque, además, son muy optimistas y transmiten mucha alegría.
¿Viste Mamma Mia en otras partes del mundo?
- Si, además, hace unos seis años, mandé un material mío para el Mamma Mia de España, quedando pre-seleccionada para interpretar a Sophie, la hija de Donna. Me hicieron viajar urgente a hacer la audición y, a los pocos días, tomaron para el papel de Donna a una mujer morena, con rulos mota, que nada tenía que ver conmigo, así que me quedé afuera. Aproveché para conocer España, aunque solo fue por una semana.
¿Cómo se hace para ser la protagonista del musical más importante de los últimos tiempos sin creérselas?
- Esta es una profesión muy dura en la que hoy estás en la cúspide y mañana te quedaste sin trabajo. Si te la creíste un poco, te van a bajar de un hondazo. Cuando subís al escenario, te ponés un traje, pero al bajar, sos una persona normal. El que se la cree, es porque nunca entendió de qué se trata todo esto y en algún momento se va a golpear fuerte contra la pared. Lo veo en muchos que recién empiezan, que tienen unas ínfulas bárbaras.
¿Cuándo te diste cuenta de que querías dedicarte a la actuación?
- Desde muy chiquita, me encantaba cantar. Incluso, guardo dibujos de cuando tenía 4 años en los que me dibujaba a mi misma cantando con un micrófono en la mano. Me la pasaba cantando todo el tiempo, en la escuela, en el jardín, en todos lados (risas). Ya sabía que quería ser cantante.
¿Venís de una familia de cantantes?
- Para nada. Mi mamá, cuando era joven, cantaba un poquito, pero nunca se dedicó a esto. Mi abuelo paterno cantaba y tocaba la gaita. Soy la segunda de ocho hermanos, pero la primera que se empezó a dedicar a algo artístico.
¿Cuál fue la primera reacción de tu familia?
- No querían saber nada! Mi papá quería que fuera abogada o contadora. Después, con el tiempo, lo aceptó y se sintió el hombre más orgulloso del planeta. Desde chica me las ingenié para tomar clases de canto, a pesar de todas las vicisitudes. 
¿Cómo hiciste?
- Vengo de una familia muy numerosa en la que no le sobraba la plata. Vivía en San Justo y, a los 13 años, entré a trabajar en una fábrica de plantillas que quedaba en la esquina de mi casa. Iba pocas horas para tener mi plata y poder pagar el colectivo para llegar a Ramos Mejía para tomar mis clases de canto.
¿Siempre fuiste tan independiente y luchadora?
- Si, siempre fui muy guerrera y necesité cubrir mis propios gastos. Si no tenía algo, iba y lo buscaba de alguna manera. Si necesito un trabajo, hago lo que sea, no se me caen los anillos. Eso me ayudó mucho en la vida porque así gané una beca a la que primero me habían dicho que no. Fue en la fundación Bernardo Hussey, que se dedicaba a becar a chicos sobresalientes para sus estudios, yo no era una alumna 10, no me interesaba sacar buenas notas en matemáticas, pero la conseguí igual.
¿De chica eras la que cantaba en los actos escolares y te presentabas en concursos?
- Si. El primero concurso de canto que gané fue en el barrio San Cayetano, de San Justo, donde me presenté con mi hermana Mariela. En casa cantaba con todos mis hermanos.
¿Eran algo así como los Von Trapp de La Novicia Rebelde argentinos?
- Si (risas). Mi papá nos llevaba a los certámenes en colectivo, a todos juntos y decía: fila india. Subíamos todos a la vez y mi papá hacía como que nos contaba mientras íbamos subiendo y siempre llegaba hasta seis, aunque éramos ocho.
¿Qué pasó después de que quedaste seleccionada para ser la protagonista de La Bella y la Bestia?
- Tenía 19 años y, cuando me eligieron, mi papá se dio cuenta de que yo quería dedicarme a esto en serio, que no era un hobby. Estaba en el Conservatorio y me enteré del casting por una profesora de baile. Nunca había participado de ninguno y solo había estado en musicales chiquititos hechos en La Casa de la Cultura de Ramos Mejía.
¿Cómo fue el pasar de una obra barrial a ser protagonista de un musical internacional?
- Muy loco! El día en que me presenté, me enteré de que quedaba abierto solo el casting de los personajes principales. Me dijeron que fuera al casting del papel de Bella, que me iban a llamar para confirmarme el día y el horario. Fui y cuando volví a mi casa, uno de mis hermanos me dijo que me habían llamado de la producción. Casi me desmayo! Había quedado seleccionada y tenía que volver al día siguiente con una falda (mi hermano entendió minifalda) y bien maquillada. Pensé que me querrían para el papel de Babet, que es muy sexy. Fui con una mini, un top y maquillada. Me hicieron cantar y me mandaron volando a cambiarme a mi casa. Dos meses después, para el último casting, fui con un vestido que me había hecho mi mamá, que es modista, y ahí quedé.
¿Cómo siguió todo?
- Al poco tiempo, me seleccionaron para ir a Broadway, para el 5to. aniversario de La Bella y la Bestia, donde participaron las tres mejores del mundo, una alemana, una japonesa y yo.
¿Cómo fue que llegaste a cantar para el Papa Benedicto XVI? 
- Fue en 2006, en la Jornada Mundial de la Juventud, realizada en Alemania. Más allá de ser un evento católico, es bastante ecuménico, ya que reúne a millones de personas. Yo mandé un material y había grabado un disco, con Cachorro López, que tuvo mucha repercusión en México y Colombia, una de las canciones, Un mundo mejor, fue la que finalmente canté. Estar ahí es algo inexplicable de describir.
¿Tu hermana Florencia también es cantante, cómo la ves a ella en esto?
- Florencia tiene 14 años menos que yo y una fuerza increible. A mi hermanita la llevé a los 8 años para que me acompañara a un casting de Los Miserables, y terminó quedando ella y no yo. Después de eso, le dije: "aprendiste todo lo que tenías que aprender".
¿Hay mucho de sacrificio en tu vida profesional?
- Eso es fundamental. Por más que cantaba de chiquita y tenía linda voz, si no te preparás y entrenás, no llegás a nada.
¿Qué opinás de Cantando por un Sueño?
- Tengo dos opiniones distintas: creo que fomentan a que la gente quiera cantar, bailar y eso está buenísimo. Pero a mí, los escándalos no me gustan. Eso lo sufrí el año pasado, cuando fui coach en el programa.
¿Tus compañeros de teatro qué te decían sobre tu participación en el Bailando?
- Algunos pensaban que me estaba rebajando siendo coach, pero también soy docente, tengo mi Escuela de Comedia Musical y ahí muestro otra parte mía.
¿Te animarías a ser participante?
- Me da un poco de cosa. Sé que suma un montón, como le pasó a Hernán Piquín. Es un artista impresionante y que la gente tuviera la posibilidad de verlo en la tele y descubrir su arte fue maravilloso.
¿Sacaste un disco que tuvo más repercusión en el exterior que acá y una vez dijiste que nadie es profeta en su tierra, es así?
- Si, es una realidad que a la gente le gusta más lo que viene de afuera y paga más por eso que por lo que tiene en su lugar. De golpe viene un Roger Waters, un genio, pero gastan una fortuna en él y acá te dicen que la entrada es cara o pretenden que vayas a cantar gratis. Está desvalorizado el artista nacional.
Sin embargo a tu cuñado, Germán Trippel, con Mambrú salió de un reality show, le fue muy bien...
- Pero él no se siente recontra-orgulloso de haber estado en Mambrú porque le parece un producto comercial, que fue explotado en un momento y listo. Un artista no es el que de hoy para mañana se convierte en el más famoso del mundo. La fama puede ser valiosa si tenés algo que decir que va a hacerle bien a los demás. Por eso sigo confiando más en lo artesanal, en ser mi propio producto.
¿Qué harías con una hija o hijo tuyo que quisiera ser actriz o cantante?
- Lo apoyaría y, si quisiera ser abogado, también. Preferiría que fuera artista (risas). Quisiera que hiciese algo que lo hiciera feliz.
¿Tenés proyectos en carpeta?
- Si, estoy armando un espectáculo, Código de Silencio, un thriller musical que se estrenará en el Teatro del Cubo. También me encantaría hacer tele, sobre todo unitario, por eso, ahora, que estoy en Mamma Mia, me gustaría que vinieran a verme muchos productores y me redescubrieran (risas).
Un Musical único:
Mamma Mia, el del director Robert McQueen, batió records a nivel mundial, con más de 50 millones de espectadores en el mundo. Producido por Time For Fun, se presenta en el país en el teatro Opera Citi. Las canciones de ABBA inspiraron a la escritora Catherine Johnson para esta historia sobre el amor y la amistad, situada en una pequeña isla griega. En las vísperas de su casamiento, una joven (Sophie / Paula Reca), en busca de la identidad de su padre, descubre un diario íntimo de la madre donde ella comenta sobre tres hombres con los que estuvo la semana en la que quedó embarazada. La joven invita a su boda a esos hombres que son parte del pasado de su madre (Donna / Otero) y que hace 20 años que no la ven. Los éxitos de los clásicos de ABBA, como Dancing Queen, Money Money Money y Take a Chance on Me son parte de esta deliciosa noche de diversión.

MARISOL OTERO Y RICARDO ZABALA
Nota Revista Caras - 19-05-2012 - Por Mariano Del Priore
 "LA MUSICA UNIO NUESTRAS VIDAS"
La pareja se conoció cuando ella actuaba en La Bella y La Bestia, en la década del 90, y él se encargaba de la iluminación. Luego de dos años de casada, la actriz de Mamma Mia cuenta como combinan amor y trabajo.

Se conocieron a fines de la década del 90, cuando él era iluminador y ella actuaba en La Bella y La Bestia. Sin embargo, el hecho que por entónces ambos se encontraran en pareja, dilató una boda que parecía predestinada desde que cruzaron miradas por primera vez hasta noviembre de 2010, cuando decidieron pasar por el altar luego de menos de un año de convivencia. Hoy, a dos años y medio de matrimonio, Marisol Otero (35) y Ricardo Zabala (40) siguen conservando en sus ojos ese brillo especial cuando se reflejan en el otro, y, aunque al principio a ella le costaba actuar en una obra producida por él, por ese temor al qué dirán, parecen haber encontrado el equilibrio necesario para combinar trabajo y pareja. 


"El está haciendo la administración de mi escuela de comedia musical. Hay que cuidar los límites de no invadir el espacio del otro, tratar de acompañarse, que no sea un lió que después llevás a tu casa. Pero cuando podés compartir un trabajo y apoyar al otro, está buenísimo. Me parece que es algo que incluso une más a la pareja", afirma la protagonista de Mamma Mia, el musical que, de jueves a domingo, cautiva al público en el teatro Opera Citi. De hecho, la talentosa actirz y cantante piensa delegar en su marido la producción de un unipersonal que tiene entre manos para cuando termine con las presentaciones en la porteña calle Corrientes. 
"Al principio me costaba ser parte de un proyecto donde mi marido fuera el productor, porque toda mi vida hice todo sola y jamás le pedí nada a nadie... Entónces, me daba mucho miedo lo que la gente pudiera pensar", se sincera al respecto.
Más allá que la experiencia de trabajar juntos les haya resultado positiva, aprovecha para destacar la importancia de tener cada cual su independencia. "Está bueno hacer algunas cosas juntos, pero también hay que cuidar la pareja, y me parece que es sano que cada uno tenga su espacio", explica quien en agosto próximo estrenará en el teatro El Cubo "Código de Silencio", un thriller que ideó junto a Martín Repetto y se podrá ver todos los lunes.
Y, ya metiéndose de lleno en su vida personal, explica sus claves para vivir de a dos. "Cocina el que llega antes y puede cocinar y pasea a los perros el que está menos cansado. Igualmente, todos tenemos nuestras cosas, la pareja perfecta no existe", concluye, no sin antes referirse a su sueño de ser mamá. "Las ganas están, y seguramente antes que concluya el año retomaremos la búsqueda. Una vez que termine con la obra, voy a abrir el camino para que sea lo que tenga que ser", se esperanza. Es que, más allá de sus ganas de hacer cine y televisión, y concretar ese postergado proyecto de trabajar junto a Florencia, su hermana menor, nada la debe llenar más de ilusión que dar vida al papel con el que soñó durante toda su vida.

ENTREVISTA A MARISOL OTERO
Fuente: A Sala Llena - Por Ezequiel Obregón (Mayo-2012) 
altLa talentosa Marisol Otero interpreta a Donna en el musical que celebra y homenajea al grupo ABBA. Con una destacada trayectoria en la comedia musical (Otero fue parte de los elencos de La Bella y la Bestia, Grease, Jesús de Nazareth, entre otros), la intérprete brilla en el Teatro Ópera City. Allí, antes de la función, dialogó con A Sala Llena sobre su carrera y su presente en Mamma Mía.
Marisol es enérgica, su discurso irrumpe en el silencio mientras piensa en el maquillaje y en las posteriores notas que, desde luego, no van a impedir que su voz se destaque en la función nocturna. Apenas una mención a sus comienzos bastan para que piense en toda su trayectoria:
“Yo comencé en el ’98, como protagonista de La Bella y la Bestia en el Teatro Ópera, pero ya desde los 15 años venía haciendo cosas del off. La Bella y la Bestia fue mi primer gran musical. Después de eso, estuve en Broadway representando a Argentina, con La Bella allá. Hice Grease, El Violinista en el Tejado, Sissi la Princesa, Jesús de Nazaret, Sorpresas en Miami, grabé un disco con Cachorro López, Estación Bohemia, El Che… hice muchas cosas distintas. Y volví a hacer La Bella y la Bestia hace dos años, pero en otro personaje. Y fue un flash para mí, fue como cerrar un círculo. Y ponerme en otro lugar, ya no el de la princesita o la heroína-niña. Sino que ya era una mujer, una madre. Y el año pasado hice un infantil, Borges para Niños en el Teatro Alvear.”
Luego de su repaso (que la confirma como una de las presencias más destacadas en la comedia musical Argentina), se refirió a Mamma Mía:
“Y ahora, con Donna, me siento en un lugar distinto, es un personaje muy interesante desde lo que cuenta, lo que le pasa. Es una persona luchadora, que cuando era adolescente se quedó embarazada y la madre la echó de la casa. Tiene que hacerse cargo de su vida, se va a Grecia, se mete con un hotel al que arregla. Y con el conflicto de no saber quién es el padre de su hija. De repente se le aparecen los tres posibles padres. Con todo lo que es la historia en sí, me parece que está bueno que los personajes pasen a una segunda etapa de edad, porque tienen toda una riqueza, mucho más jugosa para interpretar.”
¿Cómo es interpretar en medio de una estructura artística tan compleja? Al director general hay que agregarle la presencia del adjunto, además de los responsables de las coreografías y el canto.
Son una unidad. Está la directora residente, aunque también estaba Robert McQueen, el director. Entre todos conforman una unidad, pero el líder es el director general de actores. Él maneja a todos los demás, es el que da el final y el cierre de las cosas. Y el que además puede marcar, por ejemplo, que en una coreografía el personaje tenga “algo más”. Es el que marca el paso. Yo tengo una escuela de comedia musical en Caballito, en Espacio Garrick, y con mis alumnos trato de trabajar eso: que todo sea desde el personaje. Ya sea el baile o el canto, que todo parta desde la situación que está viviendo el personaje. Si éste tiene una voz determinada, en las canciones tiene que tener esa voz. Tiene que haber una continuidad. Lo mismo para el baile, si elegiste una postura del personaje, tiene que bailar manteniéndola. Si no lo hacés, no terminás de contar una historia. La comedia musical tiene que tener una unión, tanto en los directores como en el trabajo que hagas como artista. Para que después lo veas y sea creíble del todo. Mucha gente dice: “A mí la comedia musical no me gusta porque de golpe hacen ‘así’ y cantan. O de golpe hacen ‘así´ y bailan.” Y, en realidad, tal vez no vieron una comedia musical bien hecha como para entender que explota la emoción del personaje a tal punto que se transforma en una canción, pero no que de golpe corta y de golpe es cantante o bailarín. No es eso.
Muchos actores aún tienen prejuicios con el género. Pienso que en los países anglosajones la enseñanza del presupone al canto y al baile.
Porque es otra escuela me parece. Creo que, de a poco, los actores argentinos están entendiendo más de qué se trata. Y hasta quieren participar. Recién ahora está pasando. Hay comedias musicales como Los Miserables o El Fantasma de la Ópera en donde todo es cantado, pero también hay comedias musicales como Mamma Mía en donde hay parte de actuación, de baile y de canto. Y sobre todo la parte de actuación es muy importante, con respecto a la dirección y a la elección de las personas que estamos. En este caso, pasabas el casting no sólo si cantabas bien, sino también si eras buen actor. Y eso está buenísimo, habla de un nivel que está creciendo en el país. Como el respeto que se le va a tener a la comedia musical.
De hecho, creo que hubo un crecimiento en los últimos años muy claro, que se evidencia en los castings para integrar los elencos. Que son cada vez más convocantes.
Yo creo que eso viene hace muchos años, el intento de que suceda. Y, de a poquito, con el boca a boca, con el ver comedias musicales, se intenta ser “parte de”. Cuando yo vi por primera vez Drácula, a los quince años, me morí. Porque no había visto nunca otra cosa. Y yo dije “quiero estar ahí”. Después, con el tiempo, vas viendo, y algunas cosas que te habían encantado por ahí lo comparás con otras cosas y empezás a buscarles la vuelta. “Esto no era tan así como yo creía”. Cuando yo era niña, mi mamá me hacía “la Gatita Carlotta” y la interpretaba. Y para mí era fabuloso. Fue un momento que te incentiva. Y yo creo que la gente está teniendo mucho incentivo. Hay mucho, no sólo de mega-producciones como ésta. Hay mucho teatro off, comedias musicales que se están haciendo a pulmón. Está el Colectivo Teatral apoyando el arte. Ahora, con un amigo, Martín Repetto, que también es cantante y actor, ideamos una comedia musical que se llama Código de Silencio. Es un thriller de terror, que va a estar en El cubo a partir de agosto. Y los actores son Magalí Sánchez Alleno, Eliseo Barrionuevo, Mariela Passeri. Todos actores y cantantes excelentes. Se prendieron a un proyecto que es cooperativa con producción, y es parte de lo que queremos generar los que estamos acá. Hay ganas y hay movidas y hay mucho talento para hacerlo.
Y en cuanto a lo pedagógico y formativo, ¿recomendás la formación en escuelas integrales, o en talleres de canto, actuación, baile, etc., por separado?
Yo creo que cada persona es un mundo, a cada persona le puede servir diferentes cosas, diferentes técnicas. Hasta para cantar. Yo trato de aprender todas las técnicas, para saber qué me sirve más y probar con los alumnos qué le serviría más a cada uno. Está bueno formarse en las tres áreas, en un lugar completo, pero en donde estén separadas las áreas. Que no sea comedia musical y todo junto. Eso me parece que no está tan bueno. Lo que sí está bueno es fragmentar, para que después haya otra materia, Integración, en donde integres lo que aprendiste en cada área. En mi escuela el plan de estudio está hecho de esa manera, tiene que estar por separado. Recién a mitad de año empezamos a unir.  De hecho no trabajamos cosas de comedias musicales al principio. Trabajamos escenas de Shakespeare o cualquier cosa que te imagines que no tenga que ver con la comedia musical. Con las canciones pasa igual, lo que trabajamos es la técnica y el con el baile igual.
ABBA perteneció a una época, pero traspasó generaciones. Yo, por ejemplo, nací tiempo después del retiro del grupo, pero sin embargo las canciones “estaban”.
Me pasa lo mismo que a vos, creo todos escuchamos canciones de ABBA. Incluso cuando apareció ABBA Teens, ¿te acordás? Cuando era chiquita, mi mamá me paraba y me hacía cantar Chiquitita. Después, tuve una época en la que viví en la casa de un amigo en Estados Unidos. Estaba haciendo una comedia musical, Sorpresas, y me acuerdo que entrenaba con ABBA. Y me pasó que audicioné para hacer de Sofi en España, el papel de la hija. Quedé y me fui a España con las valijas y todo. Todavía no estaba decidido quién interpretaría a Donna. Siempre elijen a Sofi en base a Donna, y cuando llegué habían elegido a una Donna morena, con ricitos tipo mota, y yo no tengo nada que ver con ella. Y tuve que volver con mis valijas… Y después se dio que apareció este casting y terminé haciendo a Donna.
Es una obra con sesgo feminista. La estructura dramática pasa por decisiones que tomaron o deberán tomar las mujeres.
De hecho, la escribieron tres mujeres amigas. Y se nota. Yo creo que es lo que atrapa muchísimo al público porque reivindica un poco el lugar de la mujer. Siempre se ubica como el lugar de la víctima, la triste, a la que le pasa todo mal. Toda una cosa horrible. Y acá la mujer es la que sigue firme en sus ideas. Y Donna no es una mujer que se banca que le hagan cosas. Pelea, lucha y sale adelante. Hoy la mujer tiene un lugar que se merece, de igualdad, sale a trabajar y se la banca como el hombre. Y de hecho, algunos hombres no se la bancan tanto como las mujeres. Somos iguales en algunas cosas, en anatomía no. Pero en el poder que tenemos para crear y tener fuerzas somos iguales.

http://www.asalallenaonline.com.ar/teatro/114-entrevistas/4102-entrevista-a-marisol-otero.html


Mamma Mia! La comedia musical con temas de ABBA que recorre el mundo y triunfa en Buenos Aires

Fuente: Noticias Perfil (Por Diego Gualda, 14-04-2012)
Claves de una superproducción de US$ 4.000.000 y cómo se diseña la tecnología acústica y lumínica a prueba de fallas.

MAGIA MUSICAL DE LA MANO DE ABBA
"MAMMA MIA!" tiene versiones en dieciséis idiomas y lleva un mes en la cartelera porteña, una superproducción internacional de US$ 4.000.000.
El teatro musical en Buenos Aires tiene ganado un lugar especial y es una cita obligada para los amantes del género que se renueva con cada obra que se instala en la cartelera porteña. Se trata de producciones de importante despliegue, siempre protagonizadas por eximios cantantes y bailarines.
Hace apenas un mes, el pasado 16 de marzo, se produjo uno de los estrenos más esperados del teatro musical, con la presentación de "Mamma Mia!", una comedia romántica hilvnada de forma espectacular por las canciones más clásicas de ABBA. 
Precedida por una sucesión de éxitos en todo el mundo, esta puesta respeta en un ciento por ciento a la original, estrenada en Londres en 1999 gracias a la inventiva de Catherine Johnson y Judy Craymer. Ellas crearon la picaresca historia que recorrió el planeta: Sophie creció junto a su madre (Donna) en una isla griega sin saber quién es su padre. A punto de casarse, encuentra el diario juvenil de Donna, en el cual revela encuentros amorosos con tres hombres, en tiempos en los que era la voz principal de un trío femenino. Uno de ellos podría ser su padre! Así que les escribe para invitarlos a la boda. A partir de la llegada de estos extraños se produce una sucesión de enredos divertidos que desembocan en un final feliz colectivo y muy colorido.
SUPERPRODUCCION. A lo largo de dos dinámicos actos, representados en la Argentina por un elenco espectacular y siempre con funciones a pleno, el teatro Opera Citi se llena de música, alegría y ternura, según vaya desarrollándose la trama. Más de veinticinco mil espectadores de todas las edades ya vieron la puesta local de "Mamma Mia!", con la particularidad de que no solo se trata de nostálgicos que escuchaban las canciones de ABBA en su juventud, sino que puede verse en las funciones a jóvenes disfrutando de la puesta y también muchos niños, pese a que no es exactamente un musical infantil. Para darle vida, a veces frenéticamente, a la historia de Sophie, Donna y su nutrido grupo, trabajan cien personas en esta producción que sigue al pie de la letra las indicaciones de sus creadores. La tecnología que se usa es de primera línea y, aunque no se note, tiene un rol fundamental en el desarrollo de la obra. Tanto que se estima un costo de unos cuatro millones de dólares por la producción que se ofrece de viernes a domingo (y vísperas de feriado) en el teatro Opera Citi.


LOS AMORES
DE DOS MUJERES
Marisol Otero (36) y Paula Reca (26) interpretan a Donna y Sophie Sheridan. Madre e  hija, la primera tras la nostalgia del amor perdido; la segunda -al borde de su boda- buscando la identidad de su padre.

MARISOL OTERO
"UNA HISTORIA QUE ES UNIVERSAL"
Dirige su propia escuela de comedia musical. Grabó un disco que es éxito en México y Colombia. Fue coach vocal del ciclo "Cantando por un sueño" y condujo en televisión. Encarnando a Donna Sheridan, Marisol Otero cuenta su experiencia con "Mamma Mia!"




NOTICIAS: Quué diferencia a ésta de otras comedias que protagonizaste?
MARISOL OTERO: La verdad, me siento plena, feliz y muy cansada. Por suerte nos está yendo super bien, agotando todas las funciones. Pero esta es una obra donde cada noche es una fiesta, así que la disfruto a pleno. La gente se va muy contenta cuando termina la función de !Mamma Mia!", como agradecida de haber podido vivir un momento de alegría, de despejarse de los problemas con una historia muy tierna -donde pasás de la risa al llanto, por todo tipo de emociones-  con una música hermosa. El final de la obra es una explosión de aplausos, de gente de todas las edades, cantando y bailando.... El público se va feliz! Nunca había visto una cosa así.
N: Por qué funciona la historia de este musical?
MO: Porque el amor es universal. Las historias de relaciones humanas siempre llegan al corazón. Es una historia simple, que podría sucederle a cualquiera. Es que ese es el secreto de los buenos dramaturgos: que son universales, funcionan igual, através del teimpo y de las geografías. Y sin ser Shakespeare, "Mamma Mia!" está muy bien escrita, está estructurada como los grandes clásicos y tiene todos los condimentos de una gran historia. Hay muchos y muy buenos musicales aquí, tenemos autores geniales. Pero lo que faltan son grandes productores que estén dispuestos a invertir en una superproducción.

PAULA RECA

"ABBA ATRAVIESA A VARIAS GENERACIONES"


Graduada del Tisch School of the Arts de la Universidad de Nueva York, Paula Reca trabajó, en sus inicios, bajo las órdenes de varios directores de teatro neoyorquinos. Para cuando volvió a Buenos Aires y se instaló en las producciones de RGB, ya era una artista, capaz de roles dramáticos, momentos de comedia y portadora de una voz cálida y tierna. Desde el 2009, tuvo un lugar en las presentaciones de "Casi Angeles" en vivo. "No me costó para nada adaptarme, por el contrario, me encanta!, cuenta sobre su migración de los estudios a las tablas. "Hacer "Casi Angeles" en el Rex era una adaptación de un producto de tele al teatro, pero esto es n musical absolutamente espectacular y soy muy feliz haciendo esto".
NOTICIAS: Este es tu segundo musical grande, cómo te sentís?
PAULA RECA: Pura emoción, todo el tiempo
N: El hecho de que sea música de ABBA, no hace que se llene de público mayor?
PR: No, por el contrario. Es increible, pero este musical gusta al público de todas las edades. Inclusive, ves a las nenas, preadolescentes, que enseguida se paran en los pasillos y empiezan a copiar las coreografías. Las nenas se vuelven locas, no sabés lo que son los gritos de las fans.
N: Por ser una historia de amor, parecería para mujeres, cómo recibe la obra el público masculino?
PR: Más allá de que la historia de Donna y de Sophie es profundamente femenina, esta obra tiene además tres personajes masculinos muy especiales, los tres posibles padres de Sophie. Cualquier hombre entre los cuarenta y los cincuenta se siente identificado con esos estereotipos. De hecho, hace poco vinieron mis papás con amigos, todos señores grandes... y ellos estaban divertidísimos comparándose con los personajes.
N: Te reconocen más por la calle a partir de "Mamma Mia!", o todavía te dura la fama de "Casi Angeles"?
PR: En la Argentina, los actores de musicales no son celebridades como en otros países. Tenemos un país amante de la tela; lo popular pasa por allí. Para el argentino, el artista es el que está en la pantalla. Por haber estado mucho en una tira hiperexitosa tengo muchos seguidores en Twitter y es llamativo cómo ese público, que me venía siguiendo desde "Casi Angeles", respondió a "Mamma Mia!", vienen al teatro, me felicitan... Pero la verdad es que, si no hubiera estado en la televisión, nunca habría tenido esta respuesta. El fuerte de la industria está en la tele... ni siquiera en el cine. Hice un protagónico en una película, y eso no me generó más seguidores.
N: Cuántos seguidores tenés?
PR: Bue... tampoco tantos... unos veinte mil. Y crecieron desde que arranqué con "Mamma Mia!", es una locura. Esta obra tiene el perfil para convertirse en algo realmente muy popular, que se transmita de boca en boca, que viaje a través de las redes sociales y se convierta en un verdadero fenómeno.

UN ELENCO
SINGULAR
Con gran experiencia en musicales.  Dan la vida a los amigos y amores de las dos protagonistas. Guiños locales para rescatar el humor de la traducción.

COMO UN MECANISMO
DE RELOJERIA
Backstage de un éxito. Detrás del escenario de "Mamma Mia!", músicos y coristas en vivo, vestuaristas, técnicos y especialistas en efectos especiales aportan su expertisse. Tecnología de última generación.



Mientras en el escenario se ve una verdadera fiesta, un despliegue constante de música y colores, tras bambalinas, en el backstage de "Mamma Mia!" se one en marcha un proceso, de del arte, sino de ingeniería. O del arte de hacer que las cosas funcionen. Porque, para que treinta y tres personas se luzcan en escena, hacen falta otros tantos detrás de las cortinas, donde nadie los ve, para poner en marcha la magia del musical. Una de las claves del género es la precisión. A fuerza de cronómetros y metrónomos, no hay lugar para el error, la duda o la improvisación. La música "tiene que sonar exactamente como si fuera una grabación, con la misma precisión que si la gente estuviera escuchando un disco de ABBA", explica Gerardo Gardelín, director musical y vocal de la puesta. Es una de las exigencia de los autores, que se respete "cada nota y cada sonido, tal como fueron compuestos -explica-, la gente se asoma al foso de los músicos, no puede creer que realmente estemos ahí".
MUSICA Y TECNOLOGIA. Para Gardelín, "Mamma Mia!" implica desafíos importantes. El primero que, "además de dirigir, estoy tocando en vivo", cuenta. Cómo lo logra? Un circuito cerrado de televisión lleva la imagen del director a los músicos y al coro -que están en lugares diferentes-, para que pueda dar las órdenes a distancia a través de pantallas de plasma, como un "Gran Hermano" made-in-Broadway. El otro desafío mayúsculo pasa por la exigencia de precisión que, aunque parezca que no deja lugar para la creatividad, "nos demanda que, cada noche, demos lo mejor de nosotros".
Una de las cosas que parecería más imprevisible y difícil de manejar es la reacción del público. La tentación de dejarlos aplaudir unos segundos de más puede ser grande, pero es un pecado capital en una obra donde el cronómetro manda. Cómo sabe Gardelín en qué momento cortar el aplauso y ahogarlo con la música? "Es una cuestión de ritmo, de instinto, después de muchos años dirigiendo musicales -revela-, pero además este musical está tan bien escrito que la gente aplaude cuando tiene que aplaudir... es perfecto!". Detrás de ese sonido "como en un disco" que tiene la banda en vivo de "Mamma Mia!" hay una cantidad notable de tecnología. Cada uno de los tres tecladistas, conectados a sus respectivas Mac. Los dos guitarristas conpedaleras programadas. El baterista, encerrado en una "cámara acústica" para evitar contaminación sonora. Un centro de control aparte para los efectos visuales; una consola digital de última generación, nada más que para administrar la cantidad de micrófonos necesarios: además de uno para cada uno de los treinta y tres sobre el escenario y los micrófonos que toman el sonido "de aire", cada protagónico lleva dos más, una redundancia imprescindible para evitar inconvenientes.
Una hora antes de la función, "todos los sistemas se chequean siguiendo un protocolo muy estricto", explica Pablo Calderón, stage manager, sobre esa rutina casi tan compleja, "siempre algo puede fallar, un teléfono celular -especialmente en las primeras filas- puede interferir con los micrófonos".
VESTIDOS PARA MATAR. El despliegue de vestuario no se queda atrás, ni en cantidad ni en calidad. Cada personaje tiene entre cinco y seis cambios de ropa, por lo que el equipo de vestuaristas debe administrar más de doscientos conjuntos. Y la sección de vestuario y peluquería tiene su propio mundo, adonde todo "tiene que estar perfecto", explica Alejandra Robotti, jefa de vestuario, a cargo de doce personas, para que cada traje y peluca estén listos y sobre la piel del actor correspondiente en el momento exacto.
"La mayoría de los cambios de vestuario son muy rápidos -agrega Robotti-. Hay cambios completos que duran solo veniticinco segundos en escena. Pero lo más rápido que hacemos dura solo catorce segundos, que es lo que tardamos en ponerle el vestido de novia al personaje de Sophie". La exigencia de velocidad es alta y, para el equipo, "es una gimnasia importante".
Detrás de escena, con todo el profesionalismo que implica llevar adelante "Mamma Mia!", no falta la camadería, el espíritu de equipo y la diversión. "De todo el vestuario mis trajes favoritos son los de "Super Trouper" -confiesa la jefa de vestuario, refiriéndose a los atuendos de la escena final-. "Son ciento por ciento ABBA, son una marca registrada de la obra y con esos brillos, esas plataformas gigantes, esa ropa super ceñida, cualquiera luce como una diva: tienen mucha actitud. De hecho, no hay nadie en el equipo que no haya querido probárselos y sacarse una foto. Hasta yo!". 
Marisol Otero en su camarín.
Gabriela Bevacqua (Tanya) y Silvana Tomé (Rosie), en los camarines preparándose para la función.
Germán Barceló (Sam) y Luciano Bassi (Sky)
La camadería reina en los vestuarios del teatro Opera Citi. Allí se festejan cumpleaños y se hacen bromas mientras cada uno se prepara para salir a escena. 
Adrián Scaramella, Alejandro Dambrosio y Pedro Frías.
La vestuarista Alejandra Robotti supervisa el calce de la camisa de Mariano Tacagni.
Stella Maris Blanco y Pablo Calderón supervisan una hora antes del comiento de la función que todo esté en su correcto lugar.

Chiquitita, dime por qué...?
FUENTE: CLARIN 17-03-12 Por Pablo O. Scholz
Crítica “Mamma mia!”. La comedia musical que se estrenó ayer es una excusa para revivir canciones de ABBA.
A todo color Donna (Marisol Otero) señala a Rosie (Silvana Tomé), ante la mirada de Sophie (Paula Reca) y Luciano Bassi (Sky).
La base y el corazón de Mamma mia! son las veintidós canciones que, en pleno auge de la música disco, el cuarteto sueco ABBA popularizó e hizo bailar a millones. Se buscó una excusa para volcarlas al escenario en el West End londinense y se creó la historia -bien de telenovela- de Sophie. A los 20 años va a casarse en una isla griega, y como no sabe quién es su padre porque su madre Donna siempre le negó saberlo, invita a los tres candidatos que, leyendo su diario íntimo, figuran como sus posibles progenitores.
El grueso de los argentinos -a menos de que sean algunos de los 50 millones de espectadores que el musical tuvo en escenarios alrededor del planeta- conoce la trama gracias a la película con Meryl Streep (Donna), Amanda Seyfried (Sophie) y Pierce Brosnan (Sam, uno de los tres candidatos a padre). Pero vayan avisados de que la película es posterior a la obra, por lo que algunas (varias) cosas han cambiado, y si esta puesta local sigue a rajatablas la que se ve en Broadway desde hace una década, no pueden echarle la culpa si por algo se sienten decepcionados.
Porque así son las cosas: el mar y las casitas griegas, en la calle Corrientes, tienen un correlato más bien pobretón. Ante tanto musical con despliegues escenográficos impactantes, el de Mamma mia! es llamativamente modesto, de una humildad franciscana. Dos paneles móviles blancos para mostrar el interior o exterior del hotel -y apelar a la imaginación del es pectador, claro-, y unas ramas verdes que suben y bajan. No es un reclamo, simplemente un lamento.
A los fanáticos de ABBA esto no debe importarles. Y allí radica el nudo del asunto.
Mamma mia! es como una fiesta en la que uno puede sentirse a gusto, o ser convidado de piedra. La obra es tan plana en su puesta en escena -no se aprovecha la profundidad, no hay ribetes o adornos ya no escenográficos- que da la impresión de que verla en un televisor sería prácticamente lo mismo. Sólo que allí no estaría el furor de los fans, que hacen palmas en algunos temas, y acompañan en los estribillos en otros.
Todo -como dice el manual de la buena comedia musical: si es drama es otra cosa- es luminoso. Las coreografías son sencillas y sólo algunas letras de las canciones han variado (no hablamos de la traducción) para “acomodarse” a la historia; otras siguen intactas e indemnes.
El elenco está mejor en los roles femeninos, con Marisol Otero a la cabeza, que en los masculinos, más macchietados. Las vueltas del musical en la Argentina han hecho que dos excelentes actores de Avenida Q -Silvana Tomé (Chow Fan) y Manuel Victoria (Gary Coleman)- hoy estén en roles desparejos, como coprotagonista (Rosie, amiga de Donna) y en el ensamble. Una cuestión de casting que a los fanáticos, a quienes va dirigida la obra, poco interesará.

Ficha
Mamma mia! Comedia musical libro Catherine Johnson musica y letras Benny Andersson y Björn Ulvaeus Directora residente Rocío Rodríguez Conway Director musical Gerardo Gardelín Interpretes Marisol Otero, Paula Reca, Gabriela Bevacqua, Silvana Tomé, Germán Barceló, Diego Bros, Mariano Muso, Luciano Bassi sala Opera Citi duracion 135’, con intervalo

http://www.clarin.com/espectaculos/teatro/Chiquitita-dime_0_665333513.html

MARISOL OTERO: "Es un honor hacer el mismo papel que Meryl Streep"
Nota Revista GENTE- Por Marina Cociffi, Fotos: Maxi Vernazza y AFP (08/Marzo/2012)
Cantante, actriz y bailarina, le dará vida a Donna en Mamma Mia!, el musical que ya han visto 50 millones de personas en 300 ciudades de todo el mundo, y que el 16 de marzo se estrenará en Buenos Aires. "Es el papel más comprometido de mi carrera", dice Marisol que, entre otros éxitos, protagonizó La Bella y la Bestia, y también fue coach en Cantando por un Sueño.

Quién diría que, después de treinta años de su disolución, el grupo ABBA seguiría vigente? A una loca visionaria (Catherine Johnson) se le ocurrió en 1999 que los cuatro suecos debían ser desempolvados y escribir el musical Mamma Mia!. Mal no le fue: en estos trece años ya lo han visto más de 50 millones de personas en 300 ciudades de todo el mundo, desde su estreno en Londres. Y quien no lo vio en el teatro, lo hizo en el cine (en 2008), con Meryl Streep como protagonista. Este éxito -que en su versión teatral lleva recaudados más de dos mil millones de dólares- llega a la calle Corrientes. El 16 de marzo se estrena en el teatro Opera Citi la mega-producción de Broadway, que cuenta la historia de Donna y su hija Sophie. Esta encuentra el diario íntimo de su madre y descubre que su padre puede ser uno de los tres hombres mencionados en él; entónces los invita a su casamiento para averiguarlo. Quién será la Donna argentina? De las 800 postulantes que se presentaron al casting, el protagónico se lo llevó la artista Marisol Otero, quien supo ganar un lugar con competidoras como Patricia Sosa y Valeria Lynch.

QUIEN ES ESA CHICA? Su curriculum la presenta como cantante, actriz, bailarina, titiritera y acróbata. Tiene 36 años y está casada desde hace menos de dos años con el productor teatral Ricardo Zabala. Vivió toda su infancia en San Justo, empezó a cantar a los diez y a los quince ya lo hizo profesionalmente. Fundó una escuela de comedia musical con sede en Caballito y próximamente abrirá una filial en Ramos Mejia. Fue Bella en La bella y la bestia en el 99, y con ese papel representó a Latinoamérica en el Palace Theatre de Nueva York. También protagonizó en Grease, Peter Pan y La princesa Sissi. El año pasado hizo Borges para Niños en el teatro Alvear y Las d'enfrente, con China Zorrilla. Además, fue coach de Sofía Zamolo y Jimena Monteverde en Cantando por un Sueño.
"Hacer de Donna es algo soñado. Recién estoy cayendo en la magnitud que tiene esto para mi. Es el papel más comprometido actoral y vocalmente", puntualiza Marisol en su camarín.

"Es lindo presentarte a un casting y que te quieran no por ser mediático o conocido, sino porque sos lo que necesitan para el personaje. Está bueno no tener que protagonizar escándalos para que valoren tu arte".
Vinieron desde Broadway a hacer el casting! Robert McQueen -que dirige todos los Mamma Mia! en el mundo- llegó y se sentó con el equipo a hacer trabajo de mesa, algo que se suele hacer en teatro-teatro: explotar el personaje, de dónde viene y a dónde va, cómo te sentís con ello. Es genial que esto pase en una comedia musical, porque a veces se descuida lo actoral por priorizar el canto. En este caso es todo lo contrario: es tan fuerte la parte teatral y se lleva a un límite tan alto al personaje, que el desenlace es una canción", relata apasionada.
- Las canciones son en castellano?
Sí! Están adaptadas maravillosamente, pero tienen algunas partes en inglés. Por ejemplo (Marisol canta para demostrarlo): "Dancing Queen, siempre al ritmo del tamborín", o "Mamma Mia, una y otra vez". También "Money Money". Hay palabras clave de la canción que no se adaptaron a nuestra lengua, porque están muy metidas en el oído de la gente de todas las edades. Son muy conocidas.
- Se tuvieron que adaptar al formato internacional?
En cuanto al canto, ABBA puso como condición respetar a rajatabla las partituras. Después, fue con mucha libertad. El director nos dejó hacer mucho y contar de la manera que queríamos, obviamente respetando el texto, pero desde nuestra propuesta.
- Genera una presión extra protagonizar un musical que es un éxito desde hace trece años?
Más que una presión, es una responsabilidad. Es un honor hacer el mismo papel que Meryl Streep, a quien admiro muchísimo. Después, claro, se genera el mariposeo y los nervios antes de salir a escena, que les pasa a todos los artistas.
- Luego de veinte años de hacer teatro lo vivís igual?
Claro! Hoy me siento preparada para este personaje graicas a otras cosas que viví. Igualmente, ésta es una carrera con subidas y bajadas. Podés estar en un lugar super privilegiado y de golpe otra vez en el off, haciendo todo a pulmón y cosiendo tu propia ropita. Pero es también lo lindo, porque nunca dejás de valorar, ni te la creés. El actor de teatro lleva la mochila al hombro. Lo lindo también es presentarte a un casting como el de Mamma Mia!, donde los que eligen son de afuera y te quieren no por ser mediático o conocido, sino porqu esos lo que necesitan para el personaje. Está bueno no tener que protagonizar escándolos para que valoren tu arte.
"Hacer de Donna es algo soñado. Recién estoy cayendo en la magnitud que tiene esto para mi. Es el papel más comprometido actoral y vocalmente", puntualiza Marisol en su camarín.
DANCING QUEEN: Marisol Otero al centro, escoltada por sus amigas Tanya (Gabriela Bevacqua) y Rosie (Silvana Tomé) en plena danza, ovacionadas en una de las últimas canciones del show.

Entrevista – Mamma Mia 
Fuente: GEO TEATRAL (MARZO/2012)
Días antes del esperado estreno del musical MAMMA MIA! entrevistamos a Marisol Otero, la protagonista de esta obra y al Director Robert McQueen, en esta nota ambos nos cuentan todos los detalles de este espectáculo.
 
Martin Dichiera: ¿Cuáles son las características principales de la obra?
Robert McQueen: Creo que la característica principal es la alegría, es una obra muy alegre. Tiene alegría y corazón. Es una historia muy clara, simple, y cuando los espectadores se van del show se sienten muy bien, con mucha vida.

M.D: ¿Cómo es tu personaje?
M.O: Es un personaje maravilloso, lleno de matices. Donna una mujer trabajadora que tiene que sostener un hotel que se está cayendo a pedazos y ella misma y es la que lo arregla, hace 20 años que no tiene a nadie en su vida más que a su hija que la tuvo de joven - madre soltera adolescente - y de golpe aparecen los tres posibles padres de su hija, que fueron tres personas con las que estuvo los mismos 20 días. El primero es Sam de quien estaba enamorada hacia mil años y venia con una relación hasta que él la deja y se casa con otra mujer, y después está con otros dos como reproche de ésto que había pasado, y le pasa que no sabe cuál es el padre.

M.D: ¿Cómo cambia tu trabajo al montar la obra en cada ciudad distinta?
R.MQ: Por lo general trato de conocer, lo más rápido que puedo, a los actores, saber quiénes y cómo son, para que la obra pueda ser única para ellos. Asique el miedo es el mismo si estoy dirigiendo en algún lugar una obra en ingles, todo el trabajo está en relación a las personas que forman parte.

M.D: ¿Como fue el proceso de ensayos?
M.O: El proceso de ensayos fue muy ameno porque tanto Janet, la coreógrafa, como Ryan, como Robert, como el equipo de producción, y el elenco, generamos una energía de familia, y se vive así, hay mucha contención… fueron súper intensos, pero dentro de esa intensidad siempre había una mano atenta a ver que te estaba pasando, si estás bien… y lo terminamos disfrutando de una manera intensa…
R.MQ: Fue genial. Ensayamos en un espacio hermoso, el Palacio Español, asique teníamos este hermoso lugar para trabajar. Es un elenco muy disciplinado, los actores estaban muy concentrados, por lo cual pudimos trabajar muy rápido y ellos estaban realmente interesados en los detalles de las escenas, y no solamente en la idea general, quería trabajar cubriendo todos los detalles, con lo cual para mí es muy satisfactorio como director tener actores que tengan un interés tan profundo.
M.O: La dirección de Robert hizo que no hiciéramos una historia liviana, sino que realmente encarnáramos lo que le está pasando a cada personaje, porque no es liviano que ella no sepa quién es el padre de su hija, que aparezcan estos tres personajes, entre ellos el hombre de su vida y que la dejo por otra, son cosas que si uno las vive, le pone en el cuerpo, y le presta el cuerpo y el corazón son heavys.

M.D: Como es conocido la obra se cuenta a través de las canciones de ABBA ¿Cuál es tu relación con las canciones de este grupo?
M.O:  Yo tenía 2 años y mi mama me paraba en la mesa y me hacia cantar ¨Chiquitita¨, después había una canción que yo ahora descubrir que era de ABBA que la cantaban Enrique y Anna cuando yo era muy chiquita en canal 7 que la usaban  para cerrar a las 10 de la noche que se llama ¨Hasta mañana¨ y que de golpe ahora me di cuenta que era de ABBA y que a mi me encantaba, por éstas cosas yo digo que me redescubrí fanática de ABBA, de golpe digo: para, para  esta canción ¡hay no todo lo que me pasa con esta canción! ¡Qué lindo! Me muero que cante éste tema… Y me agarraba una cosa de energía y felicidad tan grande que siento que ahora se lo pongo al personaje y eso hace que crezca muchísimo, y por eso me siento muy agradecida. Y es un placer realmente hacer esas canciones.

M.D: ¿Con que se va a encontrar el público al ver Mamma Mia?
R.MQ: Por un lado con el placer de reconocer las canciones, pero también con descubrir que se sentirán emocionados por la obra de una forma que tal vez no esperaban sentir, porque es una historia que todos van a comprender y muchas personas se ven a ellos mismo, o a alguien que conocen, en la obra.
M.O: Con una fiesta, es una fiesta realmente, desde que empieza hasta que termina… porque hasta en los momentos dramáticos hay personajes que lo acompañan con el humor. Hay momentos de emoción y de ternura, y hay momentos de festejo y de risas, se van a encontrar con una fiesta ¡tienen que venir!

Luego de hablar con la protagonista y el director de MAMMA MIA, entrevistamos a Paula Reca, Gabriela Bevacqua y Silvana Tome las cuales tienen a su cargo tres roles de gran importancia y vitalidad en la obra. 

Martin Dichiera: ¿Cuál es la característica principal de Mamma mia?
Paula: La alegría, la música, la celebración, el amor… el amor en todas sus formas, desde el romántico, hasta el de una madre y una hija, el de tres amigas, el amor en todos los vínculos, es muy lindo de ver, muy emotivo, y muy alegre también.
Gabriela: Es una fiesta
Silvana: Es venir a sentir que te tenes que parar a bailar, tiene una historia que se lleva muy bien, que fluye, tiene canciones que son híper conocidas. Creo que la característica principal es que se vuelve una mega fiesta que está muy buena, y la gente se va con asi, con mucha alegría.

¿Cómo son sus personajes?
P: Shopie es una chica de 20 años, hija de Donna, nacida y crecida en la Isla. Se va a casar, ella no sabe quién es su padre, e invita a sus 3 posibles padres a la Isla para descubrir cuál de los tres es.
G: Ambas hacemos de las mejores amigas de Donna, tenemos colores muy opuestos, en mi caso Tanya es una mujer que paso de ser una aventurado con estas amigas que iban a roquearla por distintos lugares y a tocar en bares, a pasar a ser una mujer que se caso con hombres ricos, cambio de clase social, y de repente vive con lujos, con lo cual es un personaje que en esencia es muy libre y muy normal, pero que esta tenida de todos estos lujos, de esta manera más fina
S: Rosie es todo lo opuesto, es una mujer súper feminista, liberal, está en contra del casamiento, de los hijos. Es escritora, es un poco como la mama del grupo, es la que lleva el orden, y la que las baja a tierra, a Tanya que va volando por la vida, y a Donna que esta con todos sus problemas. Vienen a la isla por el casamiento de Sophie que para ella son como las tías… tenemos una relación muy fuerte con Donna, y se les nota cuando se reúnen es como que la adolescencia les vuelve a resurgir, esta bueno porque los personajes se potencian mucho, y con Donna se termina de generar una energía de grupo que esta buenísima y la pasamos genial en escena
G: Que por suerte nos llevamos así en la vida también, entonces esta bueno porque todo eso que nos está pasando abajo del escenario también se trasmite arriba.

¿Cómo fue la preparación y los procesos de ensayos?
P: El proceso fue increíble, el director es Robert McQueen que la verdad es un privilegio, porque nos hizo encontrar los personajes y encontrar nuestra forma de contar este cuento…
G: Empezamos hace un mes y medio, y fue muy intenso…
S: Lo que tiene es que la gente que viene de allá tienen todo muy organizado, y saben de qué manera darte toda la información para que todo entre caiga, decante, y cuando te querés dar cuenta te sabes toda la obra, todas las canciones, y la estas montando en el teatro.
G: Hay un punto en el que uno no es consciente de toda la información que le entro en este tiempo, y como corre la obra y desarrolla su personaje sin darse cuenta
S: Y mucho tiene que ver con cómo trabajan ellos que son un amor, y trabajan con mucha sensación de equipo, se trabaja muy bien, muy suavemente, sin roces… aparte el grupo es divino, tenemos unos compañeros recontra híper talentosos por todos lados

¿Con que se va a encontrar el público al ver Mamma Mia?
S: Se va a encontrar con personajes y con historias con las que se van a poder identificar eventualmente, con una historia que está contada de una manera que es muy agradable de ver, de oír y de adaptar.
P: Se van a encontrar con una fiesta, la van a pasar espectacular. Cada personaje es increíble, los vínculos, las escenas, los bailes, no se lo pueden perder, por algo es un éxito tan grande en todo el mundo.
G: La obra en sí está armada con un formato que parece que es un show constante, y cada escena corre su curso, y está casi todo armado como si fuese un gran video clip
S: Sin embargo toda la historia está tratada de una manera desde la dramaturgia y el tratamiento de las escenas que es muy de texto, porque con el director trabajamos todas las escenas muy desde el texto, entonces no es una historia pasatista, que la historia es una excusa ¨para¨ para bailar, para las canciones… asique todo se combina muy bien, es muy entretenida, se pasa volando, hay mucho desgaste, pero se pasa muy rápido porque es muy entretenida.
http://www.geoteatral.com.ar/nota/Entrevista-MammaMiaParte1
http://www.geoteatral.com.ar/nota/Entrevista-MammaMiaParte2



Mamma Mia! ¿Dónde hay un padre?
FUENTE: CLARIN 24-02-2012 - Por Alejandra Herren 
 
Llega el exitoso musical. Aprovechando las letras de canciones de Abba, la obra cuenta cómo una joven a punto de casarse busca a su padre entre tres ex amantes de su madre.
Finalmente, luego de meses de rumores, audiciones y expectativas, el 16 de marzo subirá escena en el Opera Citi el que promete ser el gran musical de este año, Mamma Mía! . Con las canciones del grupo sueco Abba como leit motiv, cuenta la historia de Donna y de su hija Sophie, que viven en una isla griega. Sophie, a punto de casarse, no sabe quién es su padre. Cuando encuentra un diario íntimo de su madre descubre que puede ser alguno de los tres hombres mencionados en él. Y decide invitarlos a su boda en nombre de su mamá.
Como suele suceder con los musicales exitosos que se traen desde Londres o Nueva York, ya a mediados del año pasado el anuncio de las próximas audiciones desató una ola de rumores, especialmente sobre qué actriz interpretaría a la madre, que en la versión fílmica estrenada en 2008 había encarnado Meryl Streep. Sonaron varios nombres, y la elegida fue Marisol Otero ( La Bella y la Bestia , El Mago de Oz ). El personaje de Sophie quedó en manos de la joven Paula Recca ( La novicia rebelde ), los padres serán los avezados Diego Bros, Germán Barceló y Mariano Musso, y el novio lo interpretará Luciano Bassi.
Como sucede en estos casos, la puesta deber ser respetada a rajatabla, y los encargados del montaje viajan a cada país para asumir la responsabilidad de las audiciones y ensayos. En este caso, el elenco ha estado trabajando junto a Robert McQueen, el director asociado.
Primero lo primero. A las audiciones se presentaron unas 800 personas. “Para mí fueron tres semanas de audiciones –cuenta Paula Recca-. Cuando me dijeron que sí, me dio mucha felicidad. Ahora, en cambio, tengo una ansiedad terrible, nervios, y sé que tengo que bajar toda esta información al cuerpo...”.
En cambio, el caso de Marisol Otero fue bien distinto. “Fue muy loco –relata-, porque yo ni siquiera me había anotado para las audiciones, porque me iba de viaje. Y un viernes a la noche me llaman para pedirme que audicionara el lunes a la mañana, porque McQueen (es un genio, estamos todos enamorados de él) ya se iba. Y yo no había estudiado nada, no sabía ninguna canción, ninguna escena, y los demás venían audicionando hacía como un mes. Cuando llegué, por suerte estaba Germán Barceló que canta conmigo desde hace mil años, y eso me dio más confianza. Y bueno, quedé...” Según cuentan los actores McQueen les ha puesto el acento en lo actoral, y lo vocal viene como consecuencia de lo dramático. Así que durante el mes y medio de ensayos trabajaron con análisis de texto (definir las historias anteriores de los personajes, los objetivos de cada escena, los motivos que los mueven), y con improvisaciones que los conducieron a construir sus criaturas. Ni más ni menos que como se haría con el teatro de texto. Y todos agradecen la libertad que se les ha dado. “Laburamos en desarrollar los personajes para que las canciones los atraviesen, o sea, actores que cantan y no meros cantantes”, explica Otero. “Es un placer laburar tanto lo actoral en un musical, es como un lujo”, remata Paula.
¿Eso es algo que le falta al musical en la Argentina? Otero: Sí, definitivamente, es algo que nos falta desarrollar. Acá esa diferencia está bien marcada. Quien haya visto la película puede pensar en una historia liviana, porque en la peli todo está tratado como muy light. Pero no es nada light. Donna es una mujer que se enamoró de alguien que la abandonó por otra, tuvo dos amores más en su momento de mayor tormento, quedó embarazada, y no sabe cuál de ellos es el padre.
¿Cuál fue la mayor dificultad con la que se encontraron? Otero: Tuve que resolver vocalmente esto de tener que partir desde el grito en la escena, y que ese grito tuviera continuidad en la canción. Por suerte he estado laburando con mi coach vocal, Ignacio Mascardi. Yo soy más cantante que actriz, y llegar a esa instancia en la que la actuación tiñe la canción fue una dificultad. Que la voz salga rota y bancármela; me tiene que salir rota...
Recca: A mí, el oficio de coordinar escenas de texto con escenas cantadas con fluidez, esa dinámica del musical, fue lo que más me costó. Pero bueno, toda dificultad lleva incluida la solución, ¿o no? Por otro lado, Diego Bros, Germán Barceló y Mariano Musso, los padres posibles de Sophie, y Luciano Bassi, el novio, vistos desde lejos parecen un grupito de amigos de toda la vida. Ninguno de ellos tuvo que padecer extensas audiciones. Pero Mariano, que en ese entonces estaba en La novicia rebelde , producida por la misma compañía que produce Mamma Mia! , Time For Fun, tiene una graciosa anécdota para contar. “Cuando llegó el día de las definiciones, quedé como segunda alternativa para hacer Bill. Yo sentía que era para mí, pero quedó otro chico. La verdad, fue un momento difícil, porque en la audición sentí que el personaje tenía que ver conmigo. Mucho después, me enteré de que al chico que había quedado le había salido otro compromiso. Me acuerdo de que era 13 de noviembre, yo iba manejando, y me llamaron para avisarme que había quedado. Y seguí manejando, mientras gritaba como un trastornado.” Ellos también se confiesan enamorados de Robert McQueen. “Es un capo”, dice Diego Bros. “¿Y vos sabés que esa calidez se vio desde el momento de las audiciones?”, dice retóricamente Luciano.
“La verdad es que ha sido un líder servicial y no uno autoritario. El lo explicó en un momento. Nos contó por qué opta por ese estilo de liderazgo más horizontal. Dijo que él lo hace porque necesita que el actor se abra, que confíe, que le responda de la mejor manera”, sentencia Germán. “Supongo que por eso tampoco hubo lugar para el estrellato ni nada de eso”, dice Mariano. “Somos todos iguales. Estamos todos en la misma.” Y en la misma quiere decir también con el territorio muy claro desde el principio. Al igual que las chicas, los varones están maravillados de que se haya trabajado como si se fuera a montar una obra de Shakespeare. De hecho, el director les planteó que el formato en realidad era muy similar a una de Shakespeare, salvando las distancias, claro. “Lo encaramos por ese lado y para todos fue una satisfacción”, cuenta Bros.
“Creo que va a tener una gran profundidad, no va a ser un show de Abba”, analiza Mariano. “Además de encontrarse con la belleza de la música, el público se va a encontrar con una historia de peso.” Así que, como dice la canción principal en el estribillo, “Mamma Mia, una y otra vez”. Sólo nos queda esperar.

http://www.clarin.com/espectaculos/teatro/Mamma-padre_0_652734776.html

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